domingo, 7 de octubre de 2012

Imagina vivir en una dictadura




Tengo la suerte de no haber vivido jamás en una dictadura. Mis abuelos y mis padres siempre me lo recuerdan. Por eso cada vez que los indignados hablan de ''democracia real'', los miembros más mayores de mi familia se indignan. Yo les entiendo. Dicen que que si supiesen lo que es vivir una dictadura, los indignados no dirían esas cosas. Por eso, para explicarles a todos aquellos desubicados que creen vivir en una dictadura lo que es realmente vivir en una, he decidido escribir este artículo. Espero que ayude a la reflexión y al debate.


Hagamos un ejercicio de imaginación.

Imaginemos que vivimos en un país en el cual un pequeño porcentaje de la población acumula casi toda la riqueza. Sin duda lo utilizaría para imponer su voluntad. ¡Esto sería tan antidemocrático!

Los medios de comunicación parecerían libres y objetivos, pero en realidad estarían controlados por este pequeño grupo. Repetirían incansablemente las mismas mentiras. ¡Y muchos las creerían! ¿Os dais cuenta de lo horrible que podría ser? 

La televisión y el cine serían utilizados como armas de propaganda. Los periódicos asustarían a la población para que esta aceptase políticas que van en su contra. Nos llevarían a apoyar guerras injustas que sólo beneficiarían a los poderes económicos a costa de las vidas de millones de inocentes.

El gobierno, que sería un títere de los más ricos, le bajaría los impuestos a sus amos y les rescataría cuando cometen imprudencias. Imaginad, aunque sé que esto es difícil de contemplar, que estas imprudencias fuesen pagadas.. ¡por el pueblo! ¿Quién querría vivir en un mundo así?

Los dictadores podrían olvidar las necesidades de las personas. Podrían centrar la economía en su propio beneficio y no en las demandas sociales. Esto conduciría a un mundo absurdo e injusto. Imaginad que vivís en un país en el cual, por ejemplo, hay millones de casas vacías mientras millones de personas no tienen acceso a la vivienda. Sé que suena a novela distópica, pero podría ocurrir.

El gobierno podría espiarnos, torturarnos y encarcelarnos. Reprimirían a quienes piden democracia, ¡y condecorarían a los represores! ¡El país estaría repleto de cunetas con inocentes que no podríamos desenterrar! Sólo de imaginarlo me estremezco.

Habría elecciones, pero los medios se encargarían de que siempre ganasen los mismos. Los candidatos podrían prometer al pueblo mejoras en su nivel de vida para luego incumplirlas todas y ponerse al servicio de los poderes económicos. Si ganase las elecciones un partido decidido a implantar la democracia el ejército se encargaría de impedirlo. ¡Y, para colmo, los medios lo llamarían ''la fiesta de la democracia''! 

Las leyes y los jueces estarían al servicio de los más ricos. Los corruptos camparían a sus anchas. Y por si esto fuera poco, tendríamos a un jefe de Estado heredero del fascismo que viviría entre lujos. No sería votado y se tiraría todo el día cazando o de viaje. Los medios le enaltecerían como a un Dios.

En fin, hasta aquí llega nuestro ejercicio de imaginación. 

Sé que para alguien que no haya vivido jamás en una dictadura esto puede sonar a ciencia ficción. Sea como sea, demos las gracias por vivir en un país democrático y justo.

@UlianovVladimir

5 comentarios:

  1. He tenido que imaginar muy poco, aunque a muchos les costará hacerlo.

    Una gran reflexión.

    Salud.

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  2. Muy didáctico. Es difícil de imaginar sin tentar el presente pero el ejercicio me ha gustado, ha sido un placer leerlo.
    Gracias

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  3. Y no es esto mismo lo que esta ocurriendo ? ,solo falta que restauren la pena de muerte,por que de momento ya intentan modificar el derecho de reunion, no hace falta imaginacion ,lo stamos vivinedo .

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  4. Aplausos. Con su permiso, voy a citarles y a copiar el texto íntegramente en mi blog. Enhorabuena, gracias y un saludo

    @milnochesenvela

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  5. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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