domingo, 11 de noviembre de 2012

Sobre el soberanismo catalán.



Frente al avance del soberanismo catalán creo conveniente apuntar algunas cosas.

1- La independencia que propone la derecha catalana y por la que están luchando hoy cientos de miles de izquierdistas no es otra cosa que independencia de la burguesía autóctona frente a la española. Esto ha ocurrido en muchos instantes históricos y en muchos lugares, como por ejemplo hoy en día en Italia noroccidental o en Euskadi. Se trata de regiones industrializadas y más desarrolladas (en lo que a desarrollo capitalista se refiere) que el resto del país. Allí aflora rápidamente un nacionalismo burgués que identifica los intereses de la "patria" con los de la burguesía nativa.

2- El independentismo catalán no sólo está alentado por los deseos de emancipación de la burguesía catalana. También encontramos otros dos motivos. Primero, la necesidad de la derecha catalana de desviar la atención de los brutales recortes que está efectuando para salvar al capitalismo. Al trabajador alienado le sacas una banderita y se olvida de todos sus males, así son las cosas. Segundo, el patetismo español. La cutrez de nuestro país, alentada día tras día por la extrema-derecha y permitida por el PSOE y otras fuerzas políticas, espantaría a cualquiera. Así, surgen valores culturales autóctonos tanto en Catalunya como en Euskadi para escapar del complejo de inferioridad español que nació con el Desastre del 98.

3- Los y las comunistas deben luchar contra una hipotética República Catalana con el mismo esmero con el que luchan contra el Estado español. El nacionalismo es un cáncer que no apoya en absoluta al movimiento democrático en nuestro país. Que tengáis vuestra propia lengua y algún que otro rasgo distintivo me parece bien, pero la lucha de clases está por encima de todo eso.

4- La organización por la que luchamos los comunistas españoles es una República Confederal y Socialista. Es decir, un país en el cual los medios de producción, financiación y distribución estén en manos de la mayoría social de manera a que esta pueda responder a sus necesidades (vivienda, trabajo, ocio...). Un Estado dividido en distintas federaciones que de desearlo puedan independizarse. Tal era la premisa de los bolcheviques hace un siglo y tal es la nuestra hoy en día (salvando las diferencias).

 Autor:@UlianovVladimir

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