sábado, 3 de noviembre de 2012

Sobre lo ocurrido en Madrid Arena y al extremo al que está llegando


Es muy duro que una organización obsesionada por ganar dinero a costa de estafar a la juventud meta en un recinto a varios miles de personas más de las que caben en el mismo, así como que sólo hubiera 12 policías en la zona y que las condiciones de laborales del personal de seguridad fueran tan pésimas como el mismo, vale. Todos de acuerdo. Lo que me revienta de este asunto es que la gente hable HOY, un día después de la "prohibición" de las macrofiestas en Madrid, y no antes, de empezar a movilizarse para impedir dicha prohibición. 

Antes de nada, que conste que estoy totalmente en contra de la actuación más que reprobable del Ayuntamiento de Madrid respecto a lo sucedido, pero para mí también es objeto de crítica (igual o mayor) la actitud aborregada a niveles extremos de gran parte de la sociedad o, mejor dicho, la juventud. 

Efectivamente, vivimos en una sociedad, y vivo en una juventud, en la que a la inmensa mayoría le da igual que la gente muera (ya sea por motivos de pobreza como el hambre o, simplemente, la presión del sistema). En la que sólo un pequeño porcentaje de la población sale a luchar a la calle en un momento en el que se reducen a una velocidad alarmante nuestros derechos, pero que se "revolucionan" en cuanto le prohíbes hacer botellón o una macrofiesta. Qué pena de juventud, qué pena de sociedad, y qué pena de país.



Post publicado originalmente en el blog "Desde Ultratemia"


Mario Escribano Torres
Estudiante de Periodismo en la Universidad Carlos III de Madrid

1 comentario:

  1. Es que la culpa de las muertes no son las macrofiestas, es culpa de gentuza que las organiza mal para lucrarse al máximo. No tenemos porque quedarnos sin eventos de este tipo porque hayan muerto 4 chicas, lo que tienen que hacer es tener personal de seguridad suficiente y en condiciones, no superar el aforo y mil irregularidades más que habia. Me parece penoso que el ayuntamiento eluda totalmente responsabilidades y para limpiar su imagen prohiba las fiestas. El vicealcalde es un corrupto (otro más de los miles que hay) que le ha dado licencia a un personaje para hacer una fiesta con deudas en la seguridad social, cosa que no se puede. Como siempre, la asquerosa clase politica española llevándonos a situaciones penosas, sin restarle responsabilidad al empresario que, como mínimo, merece una multa que lo deje en la absoluta ruina.

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